miércoles, 29 de julio de 2009

Y crees que tienes problemas…

Estas fotos me llegaron gracias a mi gran amiga Ketty Vía desde Mollendo. Como nos dice en el mensaje dejemos de quejarnos y disfrutemos lo que tenemos. Aquí las susodichas fotos.

EFG1972 EFG1972 EFG1972EFG1972 EFG1972 EFG1972 EFG1972 EFG1972 EFG1972 EFG1972A veces ciertos problemas no nos ayudan a disfrutar lo que Dios nos ha dado como regalo precioso. Una esposa amorosa, hijos que nos aman, la familia que es para nosotros. Ponemos encima de ella aquellos “problemas”: dinero, falta de comprensión, no hay comunicación, la otra o el otro, me equivoqué al elegir, no somos compatibles, etc.

Disfrutemos de lo que Dios nos ha dado como Don: matrimonio y paternidad. Lo demás no es nada. ¿A caso este ejemplo no nos da la razón?. Qué dices.

Luis Antonio

¿Qué efectos puede dejar el divorcio en los niños?

Continuando con el tema del divorcio, me llegó al correo este interesante artículo de Miguel Ángel Fuentes publicado en el blog de Catholic.net. No lo re direcciono sino lo publico aquí íntegramente. Leámoslo, compartámoslo, hagámoslo nuestro también.

¿Qué efectos puede dejar el divorcio en los niños?

Recientes trabajos confirman los efectos adversos del divorcio en los niños. Un estudio hecho público este mes j0426568por un centro privado de Estados Unidos, el 'National Bureau of Economic Research' (NBER), examina la situación de los niños que crecen en Estados donde es más fácil conseguir el divorcio.

En Is Making Divorce Easier Bad for Children? The Long Run Implications of Unilateral Divorce, Jonathan Gruber observa que en la mayoría de los estados norteamericanos ahora se permite el divorcio de forma unilateral: uno de los cónyuges puede obtener el divorcio sin el consentimiento del otro, basándose únicamente en la incompatibilidad matrimonial.

En el pasado las leyes estipulaban el divorcio sólo en casos determinados, tales como la infidelidad y el maltrato físico, y cuando había mutuo acuerdo. Estas leyes antiguas a menudo eran vistas como una carga financiera y emocional para las parejas en proceso de divorcio, lo que condujo a la introducción del divorcio sin culpa a finales de los años 60 y principio de los 70.

La fundación de investigación NBER indicaba que las normativas de divorcio unilateral han incrementado significativamente el índice de adultos en proceso de divorcio, en un 11,6%, y de niños que viven con un padre divorciado. De hecho, entre los niños, la probabilidad de vivir con una madre divorciada era un 14,5% mayor que con las leyes anteriores y un 11,1% mayor de vivir con el padre divorciado.

Gruber calculó el impacto de este divorcio más fácil sobre el bienestar de los niños. Comparó las circunstancias de los adultos en el caso de niños de estados donde el divorcio unilateral era posible, respecto a niños que vivían en estados donde éste no estaba permitido. Descubrió que la situación de los niños que vivían allí donde es posible el divorcio sin culpa era peor por varios motivos. Tienen una educación inferior, con un especial aumento de la probabilidad de abandonar los estudios primarios o secundarios. Asimismo viven en familias con bajos ingresos.

Los efectos sobre el matrimonio son especialmente interesantes. Los chicos que viven en estados donde el divorcio es más fácil es más probable que se casen antes, pero estos matrimonios prematuros terminan con mayor frecuencia en separación.

Gruber concluyó que hay dos factores principales del divorcio sin culpa que afectan a los niños: un aumento de la probabilidad de que un niño viva en una familia de divorciados, y un cambio en el poder de negociación de los dos esposos, incluso en parejas que no se rompen. Liberado de la obligación de llegar a un acuerdo mutuo sobre si divorciarse o no, el progenitor que desea acabar con el matrimonio puede emprender acciones que son más beneficiosas para sí mismo y menos para el otro y para sus hijos.

Un millón de niños afectados al año

El 'Washington Times', en un artículo publicado esta semana (20 febrero 2001), indicaba que un millón de niños y jóvenes en Estados Unidos se convierten en hijos de divorciados cada año, según el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud.

autoestima El diario citaba al doctor Michael Katz, psicólogo clínico en Southfield, Michigan, que ha trabajado con hijos de divorciados durante 30 años. Katz comentaba que estos niños presentan regularmente cuatro conductas negativas típicas: mienten excesivamente, tienen un bajo nivel de aprendizaje, falta de asunción de responsabilidad del propio comportamiento y dificultad de concentración.

Mientras que muchos chicos, independientemente de su preparación anterior, pueden presentar estas conductas, el doctor Katz dijo que los hijos de divorciados se resisten a muchas formas tradicionales de terapia y disciplina familiar.

En cualquier caso, algunos arguyen que es mejor para los chicos que sus padres se divorcien, de manera que puedan salir de un ambiente familiar lleno de tensiones y conflictos. Pero otro estudio reciente rebate este argumento.

Paul R. Amato -en un artículo titulado 'What Children Learn From Divorce', en 'Population Today' (enero), publicación del 'Population Research Bureau'- afirmaba que aunque es bien conocido que aquellos que experimentan un divorcio de los padres corren un riesgo elevado de que sus propios matrimonios fracasen, no se ha encontrado una explicación a este comportamiento.

Con el fin de examinar el asunto, Amato y otros investigadores han realizado un estudio, iniciado en 1980, basado en una muestra de 2.034 personas casadas. Se analizaron los casos de 335 hijos ya adultos, casados por primera vez. 68 de estos hijos habían sufrido un divorcio de los padres. Otros 75 hijos adultos habían experimentado altos niveles de discordia matrimonial en su niñez, pero no habían tenido la experiencia de un divorcio de los padres. Estas personas fueron comparadas con 192 hijos adultos que no habían experimentado ni un divorcio de los padres, ni altos niveles de discordia mientras sus padres estaban casados. De los 335 hijos adultos que se habían casado, 66 se divorciaron antes de 1997.

Los resultados muestran que la intención de divorciarse entre los hijos adultos era elevada en los casos en el que los padres habían tenido un matrimonio discordante o que finalizó en divorcio. El índice de divorcio actual entre los hijos adultos, en cualquier caso, se elevaba solamente si los padres se habían divorciado.

El artículo termina observando que la investigación sugiere que es la actual finalización del matrimonio, más que las difíciles relaciones familiares que preceden a la disolución matrimonial, la que afecta a la estabilidad matrimonial posterior de los hijos, y que su transmisión se produce principalmente porque se socava la capacidad de los hijos a comprometerse a una permanencia matrimonial.

Declaración sobre el matrimonio

Ante la creciente evidencia que muestra los efectos perjudiciales del divorcio, líderes religiosos en Estados Unidos emitieron una declaración conjunta sobre el matrimonio el pasado mes de noviembre. El documento 'A Christian Declaration on Marriage', fue firmado por el obispo Anthony O'Connell, presidente de la Comisión de Matrimonio y Vida Familiar de la Conferencia Episcopal Católica de Estados Unidos; Richard Land, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Baptista del Sur; Robert Edgar, secretario general del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo; y el obispo Kevin Mannoia, presidente de la Asociación Nacional de los Evangélicos.

j0430909La declaración afirma que 'creemos que el matrimonio es la santa unión de un hombre y una mujer en la que ellos se comprometen, con la ayuda de Dios, a construir una amorosa, entregada, y fiel relación que durará toda la vida'.

También afirman que 'parejas, iglesias y toda la sociedad tienen interés en el bienestar de los matrimonios. Cada uno, por lo tanto, tiene sus propias obligaciones en la preparación, fortalecimiento, apoyo y reanudación de los matrimonios'.

Estos líderes indicaban que las tres cuartas partes de los matrimonios en Estados Unidos son celebrados por el clero. Por lo tanto, las iglesias están en una posición privilegiada para pedir un compromiso más fuerte en la unión matrimonial, y también están en disposición de proporcionar 'ministros que tengan experiencia y puedan influir para dar marcha atrás al curso de la cultura actual'.

Sin embargo, este esfuerzo ecuménico en la promoción del matrimonio se estropeó por el anuncio, hecho poco después de la publicación del documento, de que Robert Edgar, secretario general del Consejo Nacional de las Iglesias, retiraría su firma. Según informaba Associated Press (17 noviembre), Edgar tomó esta decisión porque pensó que el documento podría ser interpretado como un ataque a las parejas homosexuales.

Según AP, las iglesias miembros del Consejo Nacional de las Iglesias se encontraban divididas sobre el tema de los matrimonios del mismo sexo y la homosexualidad, y el consejo no tenía una postura oficial sobre ello. Pero el consejo apoya los derechos civiles para homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales.

Si ni siquiera las Iglesias cristianas pueden unirse en la defensa del matrimonio, no nos puede sorprender que la sociedad secular y la cultura contemporánea sean hostiles a la familia tradicional. Es de esperar que la continuación de los estudios de los investigadores convenzan finalmente a la opinión pública del poder destructivo del divorcio y esto lleve a un cambio de las leyes actuales.

Si hemos leído el contenido de esta investigación en clave de esposos y padres sabremos qué este paso del divorcio afecta directamente a nuestros hijos. Medítalo, en soledad, con Dios de testigo y no caigamos en esta falsa salida a nuestros problemas matrimoniales.

Luis Antonio

lunes, 27 de julio de 2009

Cuánto te extraño papá

“Cada 4 minutos se rompe un matrimonio en España” así lo suscribe el último boletín mensual monográfico del Instituto de Política Familiar de España (IPF). Este país como muchos otros experimenta un deterioro de las relaciones de pareja y leyes cada día más permisivas a favor de la desintegración familiar. “Mientras que actualmente en España se producen cada vez menos matrimonios (23.920 matrimonios menos que en el año 1990), la ruptura familiar se ha disparado (71.549 rupturas más que en el año 1990)”.  (Population Research Institute – Boletín Iberoamericano).

j0422733 Nosotros tampoco estamos lejos de convivir con esta realidad. Hace unas semanas daba una charla de Escuela de Padres y una profesora me comentaba que una joven pareja había decidido separarse. Al final de la jornada, ya junto a sus hijas, les pedí a los papás que las abracen fuerte otra vez. Animándolos a todos pude observar con cierta alegría que aquella pareja que durante toda la jornada apenas se dirigía la palabra estaba abrazada, un abrazo de tres almas que necesitaban sentirse unidas.

Qué difícil es hoy conversar con los padres de familia sobre el amor entre la pareja cuando a la vuelta de la esquina encontramos todas las facilidades legales y las más variopintas excusas de por qué es “necesario” que la pareja se separen: porque no se puede ya más, es mejor para todos, puedes encontrar la felicidad en otra parte, es tu vida y puedes decidir, etc… y un largo etc.

j0422787 Qué fácil es decidir hoy el futuro de la relación, sea cual fuera la causa de la ruptura, que mirar el futuro venidero de aquellos esposos y sobre todo de los hijos que nacieron de ese amor.

¿Qué genera en los hijos la falta de uno de sus padres?. ¿Qué genera en la pareja el sentir que fracasó o que no pudieron encontrar otras formas para sentir seguridad en su relación?. Si deseas conocer acerca de esto compartamos este artículo de La Familia.Info, un portal de la familia en internet: (clic en el vínculo)

Cómo afecta el divorcio en los hijos

Como pareja, a pesar de lo que pueda haber sucedido, te invito a que reflexiones y recurras a todos los medios necesarios para salvar tu matrimonio, por el bien de ambos y sobre todo por el bien actual y futuro de tus hijos. Qué hacer dirás… primero, recurre a Dios nuestro Padre que nos escucha y responde de las maneras más desconcertantes. ¿Acaso aquel abraso del que te comento en este post no es una respuesta directa de Dios?.

Luis Antonio

viernes, 24 de julio de 2009

Ecuación para lograr la felicidad: b.e = b.p

Esta viene a ser la ecuación básica de toda relación familiar. Ser buenos esposos nos lleva a ser buenos padres. Si relacionamos que ser un gran hombre o mujer como la perfección de la persona, y esta como constante, al igualarla en ambos lados de la ecuación vemos que no varía la igualdad porque el ser una gran persona está directamente relacionada a ser buenos esposos para lograr ser buenos padres.

b.e.(gp) = b.p. (gp)

j0386390 Escucho durante las charlas que es difícil ser un buen padre. ¿Será a caso que no eres una buena pareja para tu esposo o esposa?. Muy rápido nos olvidamos que el primer vínculo en la familia es el de ser esposos, y nos convertimos en sólo compañeros en la necesaria tarea de mantener el hogar y la prole que rápido va llegando.

¿Cómo podemos ser entonces buenos esposos?. No hay modelo de esposa o de esposo para imitar. Ser esposos es lo más personal y propio del ser humano. No hay computadora capaz de tabular las condiciones que tienen que adornar a una pareja para que sea el ideal porque no se puede computarizar el amor.

Debemos entender que ser buenos esposos no es para que nos miren los vecinos o se alegren las familias de cada uno de nosotros. Debemos ser buenos esposos a los ojos de nuestros hijos para que ellos vivan y valoren el amor que se refleja en el matrimonio de sus padres, porque este amor los heredarán y copiarán a su debido tiempo.

Recuerdo una frase que se quedó grabada con fuego en mi corazón. Viajé a Tacna a un Encuentro Regional de Laicos, y a la entrada del colegio donde se desarrolló la misma había un inmenso letrero que decía:

“Papá, así como tu es Dios”

Mi historia familiar no dejó que experimente plenamente ese reflejo de amor que debió existir entre mis padres. No los juzgo, pero gracias a eso no deseo copiar aquello que no se dio sino lograr lo más perfecto que se debe dar en toda familia, el amor. Y este amor que se refleja a través de cada padre es el amor de Dios. Si no hemos experimentado este amor humano será entonces difícil sentir el amor de Dios.

Para lograr la perfección como esposos primero es necesario reconocer aquellas frustraciones que perturban nuestro ser, especialmente aquellas que se dieron en el entorno familiar donde crecimos. Al reconocerlas será fácil desterrarlas aunque el proceso sea doloroso y necesitemos tiempo y apoyo. Recuerda, que mejor apoyo que tu propia familia, sobre todo tu pareja. Pero quien nos abrirá las puertas para la verdadera plenitud de la felicidad familiar es el mismo Dios. Aquí viene esa necesidad de ver el reflejo del amor de nuestra propia familia para ver el amor de Dios.

Luis Antonio

jueves, 23 de julio de 2009

¿Necesitamos formarnos?

La respuesta es SI, necesitamos formarnos como padres. Comparto este "relato" con Mafalda, en la búsqueda de ser mejores padres, aprendiendo a serlo, vean por qué:


¿Será esa la idea que tienen los hijos de sus padres?.

No estamos preparados para ser papás, esa es la frase recurrente que escucho en la Escuela de Padres. Hemos reconocido que necesitamos formarnos para ser mejores padres. ¿Por qué?

Porque nos ha tocado ser la figura que Dios necesita para que la familia sea el ámbito de formación de personas que transformen el mundo a la luz del Evangelio, convirtiéndonos en maestros en una escuela de amor donde se comparte las alegrías, las penas, anhelos y esperanzas, compromisos, etc., esa escuela es la FAMILIA, ámbito perfecto del desarrollo de los hijos, verdadera escuela de amor y virtudes.

Reflexionemos e interioricemos esto, para hacerlos propios, motor y motivo de nuestra vocación de ser padres de familia.

Luis Antonio

Esposos y Padres

Soy esposo y padre, con la alegría de serlo y recordarlo cada mañana al despertar a lado de mi esposa e ir a ver a los hijos durmiendo todavía, contemplarlos, besarles sin despertarlos y decirles bajito que los "quiero mucho".

Junto a mi esposa Margarita tenemos la gracia de ser padres de Luciana y Piero, quienes alegran nuestra vivencia diaria, de alegrías o desencantos, responsabilidades y retos, de frustraciones a veces o logros los más.

Dios ha puesto este reto en nuestro proyecto familiar, de compartir esta vivencia con ustedes y llevarles el mensaje de amor de Dios, que seamos felices en nuestra vida haciendo felices también a quienes amamos desde esta "escuela de amor" que es la familia.

¿Se puede lograr esto?. Por supuesto que SI. Es cosa de proponernos con empeño, dejando de lado todas aquellas "frustraciones" que se esconden en nuestro corazón sutilmente, ser verdaderos esposos y padres. Te recuerdo que estas frustraciones no nos hacen ser felices ni menos nos permiten hacer felices a quienes amamos de verdad.

Esta es la razón entonces de este nuevo Blog, no uno más, sino un medio más para decir que la familia es el único ámbito perfecto del desarrollo de los hijos reconociendo esta tarea como noble, importante y sagrada.

Estaremos compartiendo de aquellos temas que esperamos nos hagan crecer como la FAMILIA FELIZ que Dios quiere hoy para nosotros.


Luis Antonio

En la foto parte de mi familia