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jueves, 11 de octubre de 2012

¿Cómo enfocar el Año de la Fe?

Hoy iniciamos este itinerario de reflexión y vivencia comunitaria, ojo con esto de comunitaria – familia, comunidad, iglesia, amigos, prójimos – que dentro del Año de la Fe se nos presenta con innumerables recursos, encuentros, celebraciones litúrgicas, un sínodo, etc.
logo año de la fe

sábado, 19 de junio de 2010

Papá, cuál es tu riqueza

Para celebrar juntos el día del padre – en Perú – te “regalo” este video con un mensaje fenomenal. ¿Cuánta es tu riqueza papá?. A veces ni la sabemos y la vivimos. No la reconocemos y es parte de nosotros. Muchas veces las desmerecemos…

Ve el video y escucha atentamente el relato para darte cuenta cuál es tu fortuna y sé feliz con ella…

Narración: tomada del concierto “lo cortez no quita lo cabral”…

Después digamos “ahora si, feliz día papá…”

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

jueves, 25 de marzo de 2010

El amor sí existe

Muchas veces hemos leído en la prensa de espectáculos, sobre todo, cuando nos informan de la vida de las estrellas, argumentando que la separación de tal y cual fue por que “el amor se acabó entre ellos”. Puede ser que la planta se murió porque no fue regada y cuidada como tenía que ser.

Gracias a Dios que aún quedan testimonios de “verdadero amor” que de nos recuerda que el amor sí existe y nunca muere. Tomamos el presente post de buenasnoticias@arcol.com . Compartamos esta bella historia con quien más amamos. Creo que no importan las fechas… importa el mensaje.

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Por desgracia, el mundo del fútbol no siempre se caracteriza por los buenos ejemplos. Más bien, a veces es necesario hacer “la vista gorda” para seguir alabando la calidad deportiva de algunos jugadores o entrenadores cuya vida privada deja mucho que desear. No es el caso de hoy.

Prandelli El entrenador César Prandelli fue contratado hace tres meses por el Roma (o “la Roma”, como dicen los italianos). El equipo fue vice-campeón en el torneo del año pasado; es decir, segundo lugar, tan sólo por debajo del Milán de Silvio Berlusconi.

Después de dirigir equipos modestos de segunda y primera división, como el Venecia o el Parma, ahora tenía en sus manos una de las principales formaciones italianas.

El futuro para Prandelli no podía ser más prometedor: el reto de ganar el campeonato italiano y la posibilidad de participar en la Champions League, el torneo de mayor prestigio en Europa y en el mundo entero. Algo a lo que pocos pueden aspirar. De hecho, el 28 de septiembre, el Roma debe enfrentarse al Real Madrid, en el estadio Santiago Bernabeu de la capital española.

Desde su llegada había trabajado por fortalecer el equipo: adquirió nuevos jugadores –entre ellos el defensa central francés Philipe Mexes– y dirigió los entrenamientos transmitiendo a los jugadores sus tácticas de juego.

Con todo, dos semanas antes de iniciar el campeonato, César Prandelli, de 47 años, renunció a su cargo. Dejó a un lado grandes sueños profesionales. ¿El motivo? La grave enfermedad de su esposa, Manuela. Él mismo lo explicó con estas palabras: «Ya no me siento tranquilo, me es difícil concentrarme, no puedo seguir aquí. Ahora debo estar con mi familia, junto a mi esposa».

El gobernador de la región, Francesco Storace, comentó:«La decisión de estar al lado de su mujer en un momento dramático, demuestra que es también un gran hombre, capaz de anteponer a todo los verdaderos valores de la vida».

No cabe duda: el amor existe.

El verdadero amor no se compone únicamente de romanticismo y atractivo físico. El amor auténtico es donación sincera y desinteresada al otro, tal como es, incluyendo sus defectos físicos o temperamentales y sus limitaciones, como por ejemplo, una enfermedad. Cuando esto falta, los “amores eternos”, esos que se juran a la luz de la luna, duran poco… Muy poco.

Gracias, César, por tu testimonio.

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Sin palabras!!!!!!!!!!!!!!!

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cursillo de preparación al matrimonio

Esta edición es maravillosa. Tomada de la película Up, el mensaje es único: una manera sorprenderte de ser esposos, que en las buenas y en las malas jamás perdieron el sentido de su unión, de su amor.

Son 4 minutos y 23 segundos de un mensaje especial que hoy lo quiero compartir con todos ustedes, esposos y padres, reflexionando el hecho que muchas veces hemos sido ganados por las flaquezas de nuestra humanidad desperdiciando momentos que debieron ser de alegría, compañerismo, pasión, amor, dolor, enfermedad…

Entre los comentarios del video deseo resaltar el siguiente:

“este video enseña más del matrimonio que tantos libros se han escrito y tantas charlas se han disertado”

Compartamos este mensaje con quienes más queremos… y si vemos que en nuestra realidad matrimonial no reflejamos el mensaje del video empecemos a hacer algo de verdad.

Que el Señor los Bendiga y los Guarde…

Luis Antonio

viernes, 22 de enero de 2010

papás, aprendamos a lograr una autoridad positiva

Un problema actual dentro de la familia es la pérdida de la autoridad frente nuestros hijos. ¿Somos demasiado blandos?, ¿no queremos que ellos vivan lo que nosotros vivimos con nuestros padres?. ¿Somos triunfadores en el trabajo y perdedores en el hogar?. Este artículo tomado de solohijos.com nos ayudará a tener una visión esperanzadora de cómo lograr esa necesaria autoridad en el hogar.

Tener autoridad, que no autoritarismo, es básico para la educación de nuestro hijo. Debemos marcar límites y objetivos claros que le permitan diferenciar qué está bien y qué está mal, pero uno de los errores más frecuentes de padres y madres es excederse en la tolerancia. Y entonces empiezan los problemas. Hay que llegar a un equilibrio, ¿cómo conseguirlo para tener autoridad?

En una de las primeras charlas que di a un grupo de padres de un kinder, una madre levantó la mano y me preguntó:

- ¿Qué hago si mi hijo está encima de la mesa y no quiere bajar?
- Dígale que baje, - le dije yo.
- Ya se lo digo, pero no me hace caso y no baja- respondió la madre con voz de derrotada.
- ¿Cuántos años tiene el niño?- le pregunté.
- Tres años - afirmó ella.

Situaciones semejantes a ésta se presentan frecuentemente cuando tengo ocasión de comunicar con un grupo de padres. Generalmente suele ser la madre quien pone la cuestión sobre la mesa aunque estén los dos. El padre simplemente asiente, bien con un silencio cómplice, bien afirmando con la cabeza, porque el problema es de los dos, evidentemente.

¿Qué ha pasado para que en tan pocos meses una pareja de personas adultas, triunfadoras en el campo profesional y social, hayan dilapidado el capital de autoridad que tenían cuando nació el niño?

Actuaciones paternas y maternas, a veces llenas de buena voluntad, minan la propia autoridad y hacen que los niños primero y los adolescentes después no tengan un desarrollo equilibrado y feliz con la consiguiente angustia para los padres. El padre o la madre que primero reconoce no saber qué hacer ante las conductas disruptivas de su pequeño y que, después, siente que ha perdido a su hijo adolescente, no puede disfrutar de una buena calidad de vida, por muy bien que le vaya económica, laboral y socialmente, porque ha fracasado en el "negocio" más importante: la educación de sus hijos.

¿Cuáles son los errores más frecuentes que padres y madres cometemos cuando interaccionamos con nuestros hijos?

Antes de que siga leyendo, quiero advertirle que, posiblemente, usted, como todos -yo también- en alguna ocasión ha cometido cada uno de los errores que se apuntan a continuación. No se preocupe por ello. No es un desastre. Es lo normal en cualquier persona que intenta educar TODOS LOS DIAS. Tiene su parte positiva. Quiere decir que intenta educar, lo cual ya es mucho. En educación lo que deja huella en el niño no es lo que se hace alguna vez, sino lo que se hace continuamente. Lo importante es que, tras un periodo de reflexión, los padres consideren, en cada caso, las actuaciones que pueden ser más negativas para la educación de sus hijos, y traten de ponerles remedio.

Estos son los principales errores que, con más frecuencia, debilitan y disminuyen la autoridad de los padres:

  • La permisividad. Es imposible educar sin intervenir. El niño, cuando nace, no tiene conciencia de lo que es bueno ni de lo que es malo. No sabe si se puede rayar en las paredes o no. Los adultos somos los que hemos de decirle lo que está bien o lo que está mal. El dejar que se ponga de pie encima del sofá porque es pequeño, por miedo a frustrarlo o por comodidad es el principio de una mala educación. Un hijo que hace "fechorías" y su padre no le corrige, piensa que es porque su padre ni lo estima ni lo valora. Los niños necesitan referentes y límites para crecer seguros y felices.

  • Ceder después de decir no. Una vez que usted se ha decidido a actuar, la primera regla de oro a respetar es la del no. El no es innegociable. Nunca se puede negociar el no, y perdone que insista, pero es el error más frecuente y que más daño hace a los niños. Cuando usted vaya a decir no a su hijo, piénselo bien, porque no hay marcha atrás. Si usted le ha dicho a su hijo que hoy no verá la televisión, porque ayer estuvo más tiempo del que debía y no hizo los deberes, su hijo no puede ver la televisión aunque le pida de rodillas y por favor, con cara suplicante, llena de pena, otra oportunidad. Hay niños tan entrenados en esta parodia que podrían enseñar mucho a las estrellas del cine y del teatro.
    En cambio, el sí, sí se puede negociar. Si usted piensa que el niño puede ver la televisión esa tarde, negocie con él qué programa y cuanto rato.

  • El autoritarismo. Es el otro extremo del mismo palo que la permisividad. Es intentar que el niño/a haga todo lo que el padre quiere anulándole su personalidad. El autoritarismo sólo persigue la obediencia por la obediencia. Su objetivo no es una persona equilibrada y con capacidad de autodominio, sino hacer una persona sumisa, esclavo sin iniciativa, que haga todo lo que dice el adulto. Es tan negativo para la educación como la permisividad.

  • Falta de coherencia. Ya hemos dicho que los niños han de tener referentes y límites estables. Las reacciones del padre/madre han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Nuestro estado de ánimo ha de influir lo menos posible en la autoestimaimportancia que se da a los hechos. Si hoy está mal rayar en la pared, mañana, también.
    Igualmente es fundamental la coherencia entre el padre y la madre. Si el padre le dice a su hijo que se ha de comer con los cubiertos, la madre le ha de apoyar, y viceversa. No debe caer en la trampa de: "Déjalo que coma como quiera, lo importante es que coma".

  • Gritar. Perder los estribos. A veces es difícil no perderlos. De hecho todo educador sincero reconoce haberlos perdido alguna vez en mayor o menor medida. Perder los estribos supone un abuso de la fuerza que conlleva una humillación y un deterioro de la autoestima para el niño. Además, a todo se acostumbra uno. El niño también a los gritos a los que cada vez hace menos caso: Perro ladrador, poco mordedor. Al final, para que el niño hiciera caso, habría que gritar tanto que ninguna garganta humana está concebida para alcanzar la potencia de grito necesaria para que el niño reaccionase.
    Gritar conlleva un gran peligro inherente. Cuando los gritos no dan resultado, la ira del adulto puede pasar fácilmente al insulto, la humillación e incluso los malos tratos psíquicos y físicos, lo cual es muy grave. Nunca debemos llegar a este extremo. Si los padres se sienten desbordados, deben pedir ayuda: tutores, psicólogos, escuelas de padres...

  • No cumplir las promesas ni las amenazas. El niño aprende muy pronto que cuanto más promete o amenaza un padre/madre menos cumple lo que dicen. Cada promesa o amenaza no cumplida es un girón de autoridad que se queda por el camino. Las promesas y amenazas deber ser realistas, es decir fáciles de aplicar. Un día sin tele o sin salir, es posible. Un mes es imposible.

  • No negociar. No negociar nunca implica rigidez e inflexibilidad. Supone autoritarismo y abuso de poder, y por lo tanto incomunicación. Un camino ideal para que en la adolescencia se rompan las relaciones entre los padres y los hijos.
  • No escuchar. Dodson dice en su libro El arte de ser padres, que una buena madre -hoy también podemos decir padre- es la que escucha a su hijo aunque esté hablando por teléfono. Muchos padres se quejan de que sus hijos no los escuchan. Y el problema es que ellos no han escuchado nunca a sus hijos. Los han juzgado, evaluado y les han dicho lo que habían de hacer, pero escuchar... nunca.

  • Exigir éxitos inmediatos. Con frecuencia, los padres tienen poca paciencia con sus hijos. Querrían que fueran los mejores... ¡ya!. Con los hijos olvidan que nadie ha nacido enseñado. Y todo requiere un periodo de aprendizaje con sus correspondiente errores. Esto que admiten en los demás no pueden soportarlo cuando se trata de sus hijos, en los que sólo ven las cosas negativas y que, lógicamente, "para que el niño aprenda" se las repiten una y otra vez.

Sin embargo, una vez que sabemos lo que hemos de evitar, algunos consejos y "trucos" sencillos pueden aligerar este problema, ofrecer un desarrollo equilibrado a los hijos y proporcionar paz a las personas y al hogar. Estos consejos sólo requieren, por un lado, el convencimiento -muy importante- de que son efectivos y, por otro, llevarlas a la práctica de manera constante y coherente.

Algunas de estas técnicas ya han sido comentadas al hablar de los errores, y ya no insistiré en ellas. Me limitaré a enunciar brevemente, actuaciones concretas y positivas que ayudan a tener prestigio y autoridad positiva ante los hijos:

  • Tener unos objetivos claros de lo que pretendemos cuando educamos. Es la primera condición sin la cual podemos dar muchos palos de ciego. Estos objetivos han de ser pocos, formulados y compartidos por la pareja, de tal manera que los dos se sientan comprometidos con el fin que persiguen. Requieren tiempo de comentario, incluso, a veces, papel y lápiz para precisarlos y no olvidarlos. Además deben revisarse si sospechamos que los hemos olvidado o ya se han quedado desfasados por la edad del niño o las circunstancias familiares.
  • Enseñar con claridad cosas concretas. Al niño no le vale decir "sé bueno", "pórtate bien" o "come bien". Estas instrucciones generales no le dicen nada. Lo que sí le vale es darle con cariño instrucciones concretas de cómo se coge el tenedor y el cuchillo, por ejemplo.
  • Dar tiempo de aprendizaje. Una vez hemos dado las instrucciones concretas y claras, las primeras veces que las pone en práctica, necesita atención y apoyo mediante ayudas verbales y físicas, si es necesario. Son cosas nuevas para él y requiere un tiempo y una práctica guiada.
  • Valorar siempre sus intentos y sus esfuerzos por mejorar, resaltando lo que hace bien y pasando por alto lo que hace mal. Pensemos que lo que le sale mal no es por fastidiarnos, sino porque está en proceso de aprendizaje. Al niño, como al adulto, le encanta tener éxito y que se lo reconozcan.
  • Dar ejemplo para tener fuerza moral y prestigio. Sin coherencia entre las palabras y los hechos, jamás conseguiremos nada de los hijos. Antes, al contrario, les confundiremos y les defraudaremos. Un padre no puede pedir a su hijo que haga la cama si él no la hace nunca.
  • Confiar en nuestro hijo. La confianza es una de las palabras clave. La autoridad positiva supone que el niño tenga confianza en los padres. Es muy difícil que esto ocurra si el padre no da ejemplo de confianza en el hijo.
  • Actuar y huir de los discursos. Una vez que el niño tiene claro cual ha de ser su actuación, es contraproducente invertir el tiempo en discursos para convencerlo. Los sermones tienen un valor de efectividad igual a 0. Una vez que el niño ya sabe qué ha de hacer, y no lo hace, actúe consecuentemente y aumentará su autoridad.
  • Reconocer los errores propios. Nadie es perfecto, los padres tampoco. El reconocimiento de un error por parte de los padres da seguridad y tranquilidad al niño/a y le anima a tomar decisiones aunque se pueda equivocar, porque los errores no son fracasos, sino equivocaciones que nos dicen lo que debemos evitar. Los errores enseñan cuando hay espíritu de superación en la familia.

Todas estas recomendaciones pueden ser muy válidas para tener autoridad positiva o totalmente ineficaces e incluso negativas. Todo depende de dos factores, que si son importantes en cualquier actuación humana, en la relación con los hijos son absolutamente imprescindibles: amor y sentido común.

padre e hijo

Educar es estimar, decía Alexander Galí. El amor hace que las  técnicas no conviertan la relación en algo frío, rígido e inflexible y, por lo tanto, superficial y sin valor a largo plazo. El amor supone tomar decisiones que a veces son dolorosas, a corto plazo, para los padres y para los hijos, pero que después son valoradas de tal manera que dejan un buen sabor de boca y un bienestar interior en los hijos y en los padres.

El sentido común es lo que hace que se aplique la técnica adecuada en el momento preciso y con la intensidad apropiada, en función del niño, del adulto y de la situación en concreto. El sentido común nos dice que no debemos matar moscas a cañonazos ni leones con tirachinas. Un adulto debe tener sentido común para saber si tiene delante una mosca o un león. Si en algún momento tiene dudas, debe buscar ayuda para tener las ideas claras antes de actuar.

Autor: Pablo Pascual Sorribas. solohijos.com

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Seamos padres que amen a sus hijos… que ellos se den cuenta que les amamos… sepamos demostrar nuestra autoridad…

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

lunes, 18 de enero de 2010

Es “estrella” pero sobre todo “madre”

En la edición enero 2010 de la Revista Selecciones encontré una interesante entrevista a la actriz Reese Witherspoon, en la que hace referencia a su educación en el sur de Estados Unidos y mejor aún, cómo ésta le ayuda hoy en su rol de madre.

reese-witherspoon-black-white01 Manifiesta que ella CREE en lo importante que es para las personas que se tengan reglas claras, lo que genera en los niños sobre todo conductas más estructuradas que logren autonomía en ellos. Indica además que es vital que todos sepamos cuándo hacemos algo bien o cuándo, algo mal.

En otro momento del artículo refiere a la importancia de la formación y modelación de los valores sobre todo en el hogar y más aún, ve lo fundamental que es contar con una vivencia espiritual, tal como lo hace en familia participando de la celebración dominical en la Iglesia. Además realza la figura de su madre y abuela como las de mayor influencia en su vida.

Este testimonio es maravilloso. Conocer no sólo a la artista sino también a la madre “estrella de cine y de su hogar” que a pesar de la alfombra roja y el glamur intenta ser el modelo ideal para con sus hijos.

En anteriores oportunidades hemos manifestado cuán importante son las reglas y los límites para la persona. Lo dicen los “especialistas”. Hoy lo corrobora esta estrella. Resalta lo importante que es la formación de los valores y su modelación, en este caso, a través de su madre y abuela. Participar en la Iglesia es importante para ese crecimiento espiritual y de fe que se concretiza con el apoyo de los valores adquiridos.

Aprendamos del ejemplo de Reese Witherspoon valorando nuestra historia, a nuestros padres, nuestra educación. Al darnos cuenta, veremos que fue, es  y será la base de lo que nuestros hijos son y serán.

No es publicidad, pero si pueden conseguir la revista Selecciones y saborear el artículo en su totalidad conoceremos más ampliamente el mensaje de una estrella pero sobre todo buena madre.

Que el Señor los Bendiga y los guarde…

Luis Antonio 

miércoles, 6 de enero de 2010

Padres permisivos: ¿dónde está el límite? 2/3

Continuando con el tema 2 de este importante artículo sobre padres permisivos, el que se denomina “establecer marcos de referencia”, marcar límites razonables.

igualdadlapices Los psicólogos aconsejan que los padres eduquen a sus hijos e hijas con autoridad, pero marcando unos límites razonables

La comunicación en la familia es el pilar básico para el desarrollo del menor (configuración de su personalidad y modos de relacionarse con los propios miembros de la familia y con los amigos de la calle). Los padres deben escuchar a los hijos y los hijos a los padres. Pero es importante que estos últimos no olviden que, ante todo, ellos son adultos y "los niños necesitan que el adulto haga de adulto, porque como amigos ya tienen a los compañeros de clase, de fútbol o de cualquier otra actividad", señala Àngels Geis. "Entre padres e hijos debe haber confianza -añade-, pero los padres tienen que hacer de padres, aunque hay gente que no lo vea así". Los adultos constituyen el marco de referencia de los pequeños y, por ello, deben tener un proyecto educativo que establezca las normas. "Puede ser un proyecto de salud, de felicidad, de convivencia... Pero un proyecto claro, porque cuando no se tiene se claudica antes", especifica la profesora, quien considera que aquellos padres que se ríen ante la primera pataleta del hijo, tendrán más difícil corregir ese comportamiento cuando éste sea mayor. "Los límites que no se han impuesto al niño de pequeño son difíciles de imponer cuando es mayor", advierte.

Por su parte, Amparo Novo detalla cómo las personas seleccionan y jerarquizan valores e ideales, estéticas y modas, formas de convivencia y de vida entre los diferentes marcos a los que se enfrentan, desde la dependencia infantil hasta la autonomía personal.

"Las personas seleccionan y jerarquizan valores e ideales, estéticas y modas, formas de convivencia y de vida entre los diferentes marcos a los que se enfrentan"

Estos marcos contribuyen a modelar la conducta, sensibilidad y pensamiento de una persona, por lo que los progenitores deben ser conscientes de que sus hijos e hijas absorberán lo que proyecten sobre ellos. En este sentido, Àngels Geis diferencia dos tipos de niños: "los que tienen un marco de referencia tan cerrado que no pueden hacer nada y, cuando son mayores, o se rebelan o son retraídos, y los que no tienen un marco claro de referencia, sino límites flexibles, los mismos que si en un momento dado tienen que mostrarse violentos para llamar su atención no dudarán en hacerlo". "No está claro que se pueda identificar como consecuencia de la permisividad de los padres la conducta violenta de los hijos -contradice Novo-. Resulta exagerado emplear el término 'violencia' para calificar una conducta de desobediencia. Si se habla de niños agresivos, es probable que estos procedan de familias en las que los propios padres tienden a comportarse de forma desequilibrada y antisocial".

IMG_1373 Para enseñar a los hijos el camino más adecuado, los padres deben ser conscientes primero del que siguen ellos mismos. Si discuten delante del niño sobre el modo de educarle o se contradicen a la hora de dar una orden, habrá más posibilidades de que el pequeño se confunda y siga su propia trayectoria. Los padres deben estar convencidos de lo que exigen y no cambiar de idea ya que, aunque pueda parecer lo contrario, los niños que tienen unas normas se sienten seguros porque saben por dónde deben ir. Por ello, ante cualquier duda, se puede pedir ayuda externa de profesionales. "Los padres encuentran muchos recursos en la escuela, aunque a veces ocurre que, cuando se acercan a ella, en lugar de informarles de los logros que consiguen los pequeños, sólo destacan lo malo. Etiquetan y catalogan tanto a los hijos como a los padres, y estos no quieren ir para que alguien les diga sólo lo mal que lo hacen", sentencia Àngels Geis.

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Seamos conscientes de nuestro rol de padre. No perdamos frente a nuestros hijos esa autoridad y sobre todo la imagen y modelo de verdaderos padres que debemos ser…

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

martes, 5 de enero de 2010

La Carta de los Reyes Magos

Los Reyes Magos nos recuerdan los regalos que realmente necesitan nuestros hijos.

Queridos padres:

Baltasar, Gaspar y yo flipamos con vosotros. Hemos recibido miles de cartas pidiéndonos todo tipo de juguetes y cacharros. Estáis atiborrando a los niños de cosas superfluas, de regalos inútiles que dejarán abandonados en cualquier rincón en cuanto se pase el primer calentón de la novedad. Permitidnos que os recordemos los regalos que realmente necesitan vuestros hijos.

reyes magos En primer lugar, lo que más necesitan los niños es amor. Debéis achucharlos, besarlos, abrazarlos, acariciarlos. Y todo ello sin medida. Sin amor, los niños no pueden crecer ni madurar. Pero cuidado; no confundáis amor con sensiblería barata, amar no significa consentirlo todo, cumplir todos los caprichos o dejarse chantajear por sus pataletas. Eso sería malcriarlos.

Amar significa también establecer límites, enseñarles a distinguir lo que está bien y lo que no, lo que se puede y debe hacer en cada momento y lo que no se puede consentir. Amar también es castigar cuando es preciso.

Y esto enlaza con la segunda necesidad básica de todo niño: educación. Ésa es la mejor herencia que podéis dejarles. Hay que enseñarles a comportarse en cada circunstancia. Tenéis que decirles cómo deben comer, cómo usar los cubiertos, cómo vestir o cómo hablar en cada ocasión.

Y, sobre todo, debéis enseñarles a respetar a los demás, y eso implica que aprendan a cuidar el trato con los adultos y, especialmente, con sus profesores. A ver si desterramos de una vez esa falsa idea de que todos somos iguales. Todos somos iguales ante la ley y poco más.

No es lo mismo tratar con el Rey o con un obispo, que con un amigo de juegos, y eso hay que enseñárselo a los niños de pequeños; igual que deben aprender que la porquería no se tira al suelo o que no se debe escupir ni blasfemar.

Debéis enseñarles las normas de urbanidad y buena educación en casa. Vuestra responsabilidad no la podéis delegar en nadie. Y para educarlos correctamente se empieza predicando con el ejemplo: vosotros, los padres, sois el ejemplo que seguirán vuestros hijos. No lo olvidéis.

Debéis enseñarles también que su futuro depende de ellos mismos y de su esfuerzo, y que los sueños sólo se consiguen mediante sacrificio, porque las cosas importantes de la vida nadie se las va a regalar.

Por eso tenéis el deber de educar su voluntad para que sepan cuáles son sus obligaciones y las cumplan en cada momento. Debéis inculcarles que en la vida hay que hacer cosas que muchas veces no nos apetecen ni nos gustan, pero que son necesarias.

Lo bueno no siempre es lo que me gusta, y lo bueno (estudiar, por ejemplo) hay que hacerlo aunque suponga un esfuerzo. Por supuesto, también tenéis que recompensarles por el trabajo bien hecho, y para ello no siempre es necesario vaciar la cartera. A veces una felicitación cariñosa, un abrazo o un “estoy muy orgulloso de ti” vale más que todo el oro del mundo.

¿Queréis que sean buenos estudiantes y que disfruten leyendo? Pues ponedles un libro en la mano desde que son bebés. Estimuladlos. Primero serán libros de dibujos y fotos con palabras; libros de cartón duro que puedan manipular sin romperlos. Luego llegará el momento de los cuentos y más tarde de las novelas.

Pocas cosas unen más a un hijo con su padre que la lectura compartida de un libro. Primero los padres les leemos, luego llegará el momento de que lea un rato papá y otro el niño. Al final, el niño leerá solo y además disfrutará haciéndolo.

Mi hijo y yo disfrutamos leyendo los primeros libros; ahora ya los lee él (los Reyes Magos no estamos solteros y también tenemos hijos, ¿qué os creíais?).

Por último, lo mejor que podéis regalar a vuestros hijos es vuestro tiempo y vuestras personas. Debéis ayudarlos a hacer sus deberes. ¿Para qué os vale dedicar tanto tiempo al trabajo si os perdéis lo más importante: la infancia de vuestros pequeños?

Los niños os necesitan a su lado. Necesitan que los acostéis con un cuento y un beso, y los despertéis con un abrazo. Que les digáis a diario lo mucho que los queréis, que respetéis sus horarios, que juguéis con ellos; que os inventéis historias, que os disfracéis de ogros y les hagáis cosquillas, que os los comáis a besos.

Bueno, ya me he pasado; pero, por favor, recordadlo siempre: amad a vuestros hijos, educadlos y regaladles vuestro tiempo. Ellos os lo agradecerán algún día. Y si no, ¿qué importa?

A fin de cuentas, habréis cumplido con vuestra obligación de padres, que es una de las cosas más importantes y bonitas que puede hacer alguien en este mundo. Y eso llenará vuestra vida de felicidad y de sentido.

Atentamente, Melchor, rey.

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Creo que debemos tener en cuenta todo lo dicho… Que el Señor los bendiga y los guarde…

Fuente: Catholic.net

Luis Antonio

domingo, 25 de octubre de 2009

Qué significa ser padre hoy

El 'buen padre', imagen ampliamente difundida por las sociedades de consumo, es la de 'proveedor': aquél que satisface todas las necesidades materiales del hogar. Para "que no les falte nada a los hijos" trabaja jornadas dobles y aún los fines de semana. El padre no logra satisfacer las necesidades presentes, cuando ya le han sido creadas otras. Así se desgasta febrilmente, sin darse un respiro para disfrutar lo importante: la experiencia única de ver crecer a los hijos.

Los padres que han logrado vencer las tradiciones atávicas de ser meros proveedores, comparten el gozo en la crianza de los hijos y hablan de "una nueva dimensión en la convivencia familiar".

A pesar de los iracundos reproches de quienes pretenden perpetuar el tabú inmemorial de que cuando el padre se involucra emocionalmente con el hijo se torna 'suave como una segunda madre', y que si participa en el cuidado y atención del hijo se convierte en simple 'mandilón', cada día son más los padres presentes en el quirófano en el momento del nacimiento de sus hijos, en los cursos prenatales y de posparto para capacitarse en el cuidado del bebé.

Se necesitan dos para engendrar un hijo. También se necesitan dos para su desarrollo. La intuición femenina permite a la madre establecer una comunicación vital con el hijo desde el momento mismo de su nacimiento. Interpreta las señales de temor en el infante y con mimos lo tranquiliza y conduce suavemente.

j0427628 La voz del padre es de importancia suma: da seguridad, confianza en el porvenir, establece los límites de la conducta infantil, y cierra el círculo del amor que debe rodear al niño. El padre proporciona un elemento único y esencial en la crianza del hijo y su influencia es poderosa en la salud emocional. La madre le dice: "con cuidado", y el padre le dice "uno más", al estimular al pequeño a subir otro peldaño para que llegue a la cima. Juntos, tomados de la mano, padre y madre guían al retoño en el camino de la vida.

El padre de hoy se abre a las necesidades más sutiles del hijo: las emocionales y las psíquicas. Trasciende la preocupación de sí mismo y sus ocupaciones, y logra ver al hijo en sus propios términos. Propicia el ambiente que le permita el desarrollo de su potencial en un marco de libertad responsable, no de dominación.

No se detiene en la periferia, sino que conoce al hijo de cerca. Lo guía sin agresividad, con firmeza motivada y razonada, por el camino de los valores que desea heredarle. El padre de hoy se ha dado permiso para ver con ojos de amor al retoño de sus entrañas. Advierte en el hijo, más allá de las limitaciones presentes, el cúmulo de posibilidades que está por realizar. Y a su lado goza cada peldaño de su desarrollo.

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Entonces, ¿qué tipo de padre eres hoy?. Responde con prontitud estimado papá…

Que el Señor los bendiga y los guarde

Luis Antonio

viernes, 16 de octubre de 2009

No podemos quedarnos callados

En este momento el Perú se polariza por el hecho de que en el Congreso se viene evaluando una ley que habla sobre la despenalización del aborto, desde Esposos y Padres decimos lo siguiente:

  1. No podemos avalar un hecho que implique la muerte de un ser, que ha pesar de las diferencias, es como tu o yo.
  2. La vida es un don de Dios, imagen del amor de Dios, inspiración de Él en la creación, haciendo de nosotros parte de esa creación cuando como esposos decidimos dar vida.
  3. Antes de argumentos que parecen valederos y que se basan en la cultura de la relatividad, debemos gritar NO a la muerte. El único argumento es que la vida es un Don y nadie de nosotros tiene el derecho de decidir quien vive o quien muere.
  4. Debemos unirnos en una sola voz para rechazar esta pobre idea que demuestra el poco valor que se le da a la vida, a los niños por nacer, a quien quizá en el futuro llegue a ser quien nos lidere, guíe, etc.

El siguiente video, con fotogramas de la película mexicana Punto y Aparte y con la música y letra de Ricardo Arjona, nos muestra ese lado “oscuro” del aborto, la muerte del no nacido y la muerte de la madre que decidió no “colgar una estrella en el cielo”. Se inicia recordándonos que aproximadamente se realizan 40 millones de abortos “legales” al año!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Quiero compartir también el mensaje de los Obispos del Perú frente a esta discusión pública sobre la despenalización del aborto.

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Conferencia Episcopal Peruana

LA VIDA ES EL FUNDAMENTO DE TODOS LOS DERECHOS HUMANOS

Los Obispos del Perú, ante la discusión pública que se le ha dado en estos días al tema de la despenalización del aborto por violación y por malformación, consideramos necesario emitir un pronunciamiento en defensa de la vida.

  1. La Declaración Universal  de los Derechos Humanos optó decididamente por la defensa de la vida. También nuestro ordenamiento constitucional vigente reconoce y protege la vida humana desde su inicio: la concepción.
  2. Por ello la protección al niño por nacer no debe admitir excepciones ni dudas de ningún tipo. Desde la concepción se inicia el desarrollo de la vida, que no debe ser interrumpido por ningún motivo. El valor de la vida y su defensa desde el primer instante no se puede alterar sin causar un gravísimo daño al más genuino compromiso con el ser humano y sus derechos.
  3. En este sentido afirmamos que no hay situación o dificultad humana que autorice matar a un inocente. Si se niega al niño por nacer su derecho a la vida caemos en el gravísimo riesgo de perder  la coherencia  que debe tener nuestro ordenamiento legal, pues tergiversamos gravemente el fundamento de la vigencia de los demás Derechos inherentes al ser humano:  la defensa de la vida desde la concepción.
  4. Cada ser humano tiene un valor único e irrepetible como lo afirmaba siempre el Papa Juan Pablo II. Por ello hacemos una seria invocación para que todos nos unamos en la defensa de la vida sin distinciones ni cálculos políticos ni religiosos. Debemos exigir que no aparezcan leyes crueles inicuas que autoricen la eliminación de los seres más indefensos.
  5. La sociedad no debe admitir una tendencia exclusivamente materialista en la que sólo se le da valor y se privilegia lo que se considera útil. Una tendencia a evadir el dolor y no ver en él una ocasión de servicio, sería la corrosión del valor más importante para la convivencia social: la defensa de la vida desde la concepción, hasta la muerte natural. Entraríamos en una espiral que perjudica de manera abusiva a los más pobres e indefensos como son los niños por nacer.
  6. No dejemos que se juegue con los sentimientos de nuestro pueblo y menos aún con los de la mujer peruana aduciendo casos dolorosos para justificar el delito del aborto, que es matar a un inocente indefenso. No maltratemos esta realidad sagrada, que es el respeto por la vida, para descalificar con frases agraviantes a quienes no piensan igual. Busquemos respuestas que defiendan toda vida humana, despertando la solidaridad, la fraternidad y el amor gratuito como el Papa Benedicto XVI nos acaba de enseñar en su última Encíclica, “Caritas in Veritate”.
  7. Los peruanos, y de manera especial las madres de familia, siempre han dado pruebas de ser un pueblo generoso que acoge y defiende la vida, por ello hacemos un serio llamado a todas las instituciones para que juntos pongamos todos los medios para ayudar a los hogares en dificultades materiales, para sensibilizar a todos, a través de los medios de comunicación, en el respeto a toda vida ya que siempre es un valor sagrado que no se debe eliminar por ningún motivo. Se trata de ser o no ser, de existir o no existir, de seguir viviendo o ser aniquilados antes de poder decidir.
  8. Nos preocupa el mensaje que estamos dando a las nuevas generaciones. ¿Cuál será nuestro futuro si a nuestros niños les decimos que una vida dentro del vientre de la madre puede ser eliminada, desechada? ¿Acaso su vida pudo serlo en algún momento? ¿Acaso ellos podrán eliminar una vida en el futuro?, ¿Este es el tipo de mundo que queremos construir?
  9. Pedimos a nuestros médicos, fidelidad a su juramento hipocrático de defender la vida y los exhortamos que procuren siempre la defensa de todas las vidas que tienen en sus manos. En el caso de mujeres embarazadas, la vida de la madre y de su hijo por nacer, merecen protección y cuidado, porque todo ser humano, nacido o por nacer, posee la misma dignidad y el mismo valor.
  10. Invocamos a quienes tienen la grave responsabilidad política de legislar sobre estas materias para que por respeto a la verdad científica y protegiendo un valor esencial sobre el cual se apoya toda la doctrina universal de los Derechos Humanos, tengan el valor de defender la vida siempre y en todas las circunstancias ya que es un don que Dios ha dado a la humanidad.

Recordemos la célebre expresión de la Madre Teresa de Calcuta:

 "El más grande destructor de la paz es el aborto porque, si una madre puede matar a su propio hijo ¿qué nos queda a nosotros, matarte a ti y tú matarme a mí? ¡No nos queda más que eso!”

Lima. 16 de octubre de 2009.

Los Obispos del Perú

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Elevemos nuestras oraciones por los gobernantes, para que con su decisión busquemos el camino, la verdad y la vida. Oremos por aquellas madres que están pensando en abortar por alguna razón, para que el Señor les de el entendimiento y la esperanza. Oremos por aquellos niños que fueron sacrificados en nombre de una “justicia y libertad” relativa.

Luis Antonio

martes, 6 de octubre de 2009

Qué hacer cuando los hijos se alejan de Dios

Desde el portal de la Familia.info comparto este importante artículo que nos habla de aquellas etapas de la vida en la que hemos optado por aquella “moda” de no creer en Dios y en nada que se le relacione. Como toda moda, esta es pasajera, pero debemos estar preparados si se diera el caso.

Particularmente pienso que el ejemplo es lo más importante y vital respecto a la formación de la fe en nuestros propios hijos. Participar en familia en las distintas celebraciones litúrgicas – en el colegio y la parroquia –, o las propuestas según el calendario litúrgico particular – procesiones, misas de campaña, representaciones, etc. – nos brindan un espacio familiar íntimo, único, irrepetible y vital para transmitir la fe a nuestros hijos.

En momentos que nuestra fe es atacada por la cultura del sentir y la muerte, reforcemos esta dimensión espiritual dentro de la familia. Leamos con atención…

vela Qué hacer cuando nuestros hijos se alejan de Dios

Preocupa enormemente a los padres cuando sus hijos adolescentes o jóvenes toman una postura negativa ante Dios, teniendo en cuenta que en el hogar se les transmitieron los valores religiosos y años después, cuando alcanzan un poco de autonomía, libertad y razón, han decidido rechazar todo lo que represente Dios.

Cuando esta situación se presenta en las familias, algunos padres pueden reaccionar de manera coercitiva obligando al hijo a asistir a Misa o a las diferentes celebraciones religiosas. Otros padres optarán por dejarlo que se aparte y que él mismo vuelva a encontrase con Dios.

Partiendo de la base que no es fácil esta dificultad con los hijos, lo importante es obrar de una manera adecuada para impedir que ese alejamiento se aumente, pues muchas veces la sola reacción de los padres es la que hace que los chicos se aparten aún más.

Antes de explicar qué hacer cuando sucede esta problemática, debemos analizar previamente algunos factores determinantes:

La fe tiene varias etapas

La fe también tiene un ciclo natural en la vida del ser humano. Así como explicaba el Padre Calixto en su artículo para el periódico El Colombiano: “Nuestra vivencia religiosa discurre por cuatro etapas: Aquella fe de la primera Comunión. Una segunda que vivimos durante la adolescencia, llena de incertidumbres y altibajos. Otra más, que se esfuma y puede morir en nuestra edad adulta. Y quizás una cuarta: Fe recobrada, cuando ayudamos a los hijos en sus tareas de religión”.

Rebeldía, característica propia de los adolescentes

familia y dios En esta etapa de la vida, los seres humanos atraviesan una etapa de inconformismo y un querer cambiar el statu quo. Muchas veces, ni siquiera saben contra qué se están rebelando, pero es esa búsqueda de identidad que ronda en sus mentes, la que los impulsa a desestabilizar todo lo que los rodea, incluso sus padres. Hay casos en que ni siquiera se rebelan ante Dios, sino ante sus propios papás, los cuales se convierten para ellos en una amenaza constante durante la adolescencia.

Si entendemos este contexto, podemos darnos cuenta de que la raíz del problema es otro y no necesariamente tiene que ser Dios.

Malas influencias

Una persona cercana a nuestro hijo, puede estar haciendo las veces de cuestionador de la fe. No nos olvidemos que durante la adolescencia y/o juventud los amigos son las personas más influyentes en nuestros hijos. Y una mala amistad puede hacer mucho daño. Cuando veamos cierto rechazo de nuestro hijo hacia la religión, comencemos a indagar sobre sus amistades, conozcámoslos, invitémoslos a casa y ojalá tengamos algún contacto con sus familias.

Si confirma que este es el problema, ni se le ocurra prohibir esta amistad, lo único que logrará será sentar una guerra con su hijo. Tendrá que usar otras tácticas más sutiles que lo alejen de esa inconveniente persona.

El control extremo

Ya no son niños y eso debe quedar muy claro. Ellos han crecido y son personas que pueden razonar, elegir y tienen poder de decisión, aunque todavía sean inmaduros. Cuando ejercemos un control extremo sobre los hijos, se nos puede devolver en nuestra contra. A estas edades, se supone que hemos educado en valores y confiamos en la educación que le hemos infundido a lo largo de estos años. Por tanto, no es recomendable obligarlos ni imponerles la religión, pues terminarán objetándola.

¿Qué hacer entonces?

1. Acompañarlos, nunca dejarlos solos

No nos engañemos, cuando nosotros mismos pasamos por la etapa adolescente también pudimos haber sentido desasosiego y algo de rebeldía. Así que hagamos un esfuerzo por comprender al hijo y acompañarlo en este proceso.

2. Nada de reproches y regaños

Aunque sabemos que nuestro hijo está equivocado, no es motivo para hacerle reproches o comentarios que lo hagan sentir mal. Este tema no se debe convertir en un tormento ni un espacio de “cantaleta” y regaños. Por el contario, el diálogo ameno y positivo le dará mejores resultados.

3. Nuestro ejemplo y coherencia

No hay mejor educador que el ejemplo. Debemos ser coherentes con la Palabra de Dios y hacer que nuestras obras sean acordes a lo que profesamos. Si los hijos ven que tratamos bien a las personas, somos honestos, respetuosos, responsables, pacientes, caritativos, amorosos, ellos captarán el mensaje y terminarán aceptando los beneficios de tener a Dios en la vida.

Familia canta y da las ofrendas en la misa 4. Hablarles positivamente de Dios, como un amigo, no como un castigador

Debemos transmitirles a los hijos la enseñanza de Dios de forma positiva, pues el Señor nos quiere a todos y perdona nuestras fallas. Presentémosle a Jesús como su amigo, su compañía, su protector.

5. Rezar por nuestros hijos

Por último, lo mejor que podemos hacer, es rezar por nuestros hijos, encomendárselos a la Virgen María para que vuelvan y se acerquen de nuevo al Señor.

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No tengamos miedo si es que nos tocara vivir esta realidad. No sólo recemos por nuestros hijos, es rezar también por nosotros padres para que se nos de el entendimiento y la fortaleza para seguir llevando a nuestros hijos por el camino de la fe.

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

domingo, 27 de septiembre de 2009

Sólo le pido a Dios

Continuando con el tema de la convivencia. Si esta no se diera, ¿qué sucedería en la sociedad?. Respondemos:

violencia, muerte, guerra, hambre, sufrimiento, genocidio, llanto, destrucción…

Este video es más que elocuente… vemos con tristeza el camino que la humanidad va tomando por dejar de lado la auténtica convivencia en el amor. Hemos dejado de amar, porque hemos dejado de pedir a Dios, de conocerle, de amarle…

Con la canción “Sólo le pido a Dios” nos muestra lo lejos que hemos ido por la falta de amor.

Por eso es importante que construyamos nuestra relación de esposos y padres desde la armonía, la paz, la tolerancia, el amor. Nuestros hijos nos ven, mostrémosle la adecuada convivencia de los esposos y padres que se aman y respetan.

Hay unas preguntas que al final de este video se presentan. Respóndelas desde la perspectiva del amor y de sentirnos hijos de Dios. Hijos que vivimos en una “casa global” que es la creación, la cual tenemos que cuidar adecuadamente.

Que el Señor te bendiga y te guarde…

Luis Antonio

Enseñemos a valorar la convivencia humana

¿Por qué tenemos que enseñar a nuestros hijos la convivencia?. Este clip animado nos muestra a maravillosamente aquellas actitudes humanas que nos hacen menos y que reflejan el poco valor que tenemos sobre la convivencia, vista esta como uno de los pilares fundamentales de la sociedad, donde la persona demuestra esa voluntad expresa y decidida de vivir con otros seres como él, basándose en el respeto, la tolerancia, en una palabra, en el amor.

Ser persona significa vivir entre y con otras personas. Dios lo quiso así desde la creación del hombre: “no es bueno que el hombre esté solo…”. (Gn 2,18). Recordémoslo.

En wikipedia encontré esto:

El ser humano tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una relación íntima, estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse parte de una comunidad cercana e interesada por él. Somos fundamentalmente animales grupales (yo diría seres sociales) y nuestro bienestar es mucho mayor cuando nos encontramos en un ambiente armónico, en el cual vivimos en estrecha comunión.

En la escuela se refuerza este valor, se refuerza no se crea porque el mismo nace del ejemplo del hogar, de la convivencia entre padres e hijos, entre familiares, vecinos, amigos, etc.

Como docentes “luchamos” muchas veces contra las actitudes de nuestros estudiantes que no hacen otra cosa que separarse más por la violencia, intolerancia, falta de respeto que se vive en el aula. ¿Será que los niños y jóvenes vienen “cargados” con esas actitudes negativas por lo que ven y sienten en casa?.

En el post “children see, children do”, veíamos que el ejemplo negativo de los padres queda en el recuerdo de sus hijos, que se repiten como círculo vicioso. Entonces, afirmamos lo dicho anteriormente.

Es nuestro deber procurar que nuestros hijos convivan en la felicidad y la armonía, aceptando a los otros, siendo civilizados donde el trato mutuo se base en la práctica diaria de los valores. Se tiene un post sobre los valores para lograr la felicidad. No les dejemos toda la responsabilidad a los queridos maestros de la escuela.

Aquí el famoso video.

Mira con atención las expresiones de los pequeños alados, lo que hacen, piensan, animan, imitan, etc. Cuántas veces hemos hecho lo mismo!!!!!!!!.

Actividades:

  1. Compártelo con los seres a quien amas.
  2. Obsérvalo junto a tus hijos y charla con ellos al respecto.
  3. Pide perdón por aquellos momentos que no has sabido convivir, y si puedes, pídele perdón a aquellas personas a quienes has hecho sentir mal con esas actitudes negativas.

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

jueves, 24 de septiembre de 2009

El matrimonio ayer, hoy y siempre

Continuando con Luce Bustillo-Schott desde Catholic.net comparto este interesante artículo cuyo mensaje es: el matrimonio es el mismo ayer, hoy y siempre. Dejemos de vivir en engaños pensando en lo fácil que puede ser “empezar otra vez”; por el contrario, busquemos la santidad en la unión esponsal. En nosotros está lograrlo, sólo en nosotros está el poder hacer que dure para siempre… leamos el mensaje.

El matrimonio…

El matrimonio es y siempre será una unión indisoluble. Ante los ojos de Dios no hay alternativas después de que Él ha dado Su bendición y sellado dos almas con Su promesa de amor "que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre".(Mat.19,6)

"¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es mas que su maestro, si bien cuando termine su aprendizaje será como su maestro" (Lc 6,39-40).

Cuando un "ciego" dice que los casados que se separan se casen otra vez ("así rehacen sus vidas y pueden ser felices") y mas de cuatro repiten esta creencia, nos encontramos ante un ciego que guía a otros ciegos que están convencidos de que lo que dicen es lo mejor y lo correcto. Así lo que sucede es que terminarán cayendo todos en el "hoyo".

Por el hecho de que un grupo de ciegos no pueden ver el sol no quiere decir que no existe la luz. Por el hecho de que no todos entendemos las verdades de la fe no significa que no sean ciertas. Si nos comparamos con Dios podremos darnos cuenta de que somos de mente corta y que nuestros pensamientos son finitos y al fin y al cabo nos dejamos cegar por aquellos que insisten en vivir en la oscuridad.

Entender las verdades de la fe no es fácil y menos cuando decidimos buscar una felicidad falsa y egoísta queriendo ir contra la voluntad de Dios faltando a Su Palabra y a Sus mandamientos, al dar rienda suelta a nuestras pasiones desordenadas y al dejarnos guiar solo por el deseo, la pasión y el querer, confundiendo todo esto con el verdadero amor.

j0309376 El verdadero amor esponsal solo se vive dentro del matrimonio en todo su esplendor y plenitud ya que los esposos han recibido la fuerza del Espíritu Santo a través de la bendición de Dios al unir en alianza dos vidas en una.

Hoy el hombre camina "ciego" en un mundo lleno de engaños y mentiras por buscar desesperadamente una felicidad falsa viviendo en desobediencia a Dios y apartados de Él, faltando al cumplimiento de Sus leyes y preceptos, arriesgando su santidad, salvación y vida eterna.

En el afán de "rehacer sus vidas" buscan de cualquier manera la aprobación a lo que quieren acudiendo a algunos sacerdotes que en su fragilidad humana y conmovidos por el sufrimiento buscan dar la respuesta que creen están esperando esa mujer o ese hombre: rehacer sus vidas a través de una nueva unión. Pero estas personas no se dan cuenta de que si el sacerdote es un hombre de oración profunda y de santidad les diría más bien: lucha por tu matrimonio, oremos juntos por ese esposo(a), reza mucho por él, ten fe en que para Dios nada es imposible y lo importante es su alma.

Si el sacerdote da una respuesta equivocada uno puede creer que está bien buscar una nueva unión, que ese sacerdote ha dado el mejor consejo, y siguen adelante sin darse cuenta de que el enemigo los ha engañado valiéndose del sacerdote llevándolos a caer en el "hoyo", viviendo en adulterio y olvidándose que han abandonado a la esposa(o) e hijos y que nadie puede ser feliz sobre el dolor y la desolación de otros y menos de aquellos a los que Dios le dio a cuidar.

El enemigo a quienes más ciega son a aquellos que están cerca de Dios, que van a misa, que están en ministerios y ayudan de manera especial a sus parroquias sacándolos del camino al hacerles creer que pueden y tienen derecho a ser felices.

¿Acaso un ciego puede guiar a otro ciego? Muchos hoy viven de esta manera "ciegos" a la única felicidad y verdad que existe, Jesús. Si fuéramos verdaderos discípulos de Jesús, del Maestro, le imitaríamos en todo especialmente en el amor, amando como Él ama, perdonando como Él perdona, haciendo siempre el bien, buscando la perfección y santidad para llegar un día a alcanzar los bienes eternos junto a Dios.

j0427849 El matrimonio es y siempre será una unión indisoluble. Ante los ojos de Dios no hay alternativas después de que Él ha dado Su bendición y sellado dos almas con Su promesa de amor "que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre".(Mat.19,6).

Pidamos a nuestra Madre Santísima que interceda por los matrimonios para que cada día puedan encontrar en Jesús la fuente de agua viva que los mantenga unidos, que interceda como lo hice en Caná de Galilea y le pida por aquellos que se les ha acabado el vino, que llene nuestras tinajas con el mejor vino para que sean restaurados tantos matrimonios, y que de esa manera podamos glorificar a Dios. Que interceda por nuestros sacerdotes para que puedan alcanzar las gracias por Él prometidas y puedan cumplir Su Palabra y hacerla vida en ellos, dando a todos Sus hijos consejos a la luz del evangelio con amor y santidad por la salvación de las almas.

¿De que le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma? (Mt.16, 24-28)

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El matrimonio es para toda nuestra vida. Si todavía estás en la posibilidad de luchar por él hazlo, no pierdas tiempo. Si deseas repasa los post anteriores donde hablamos de las secuelas del divorcio en nuestros hijos.

Dejemos el egoísmo que mata el amor… Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

El huracán del desamor

Hoy las estadísticas siguen mostrando que la sociedad no desea que la familia sea su centro fundamental, la célula primigenia del amor y la paz. ¿A dónde pretende llevarnos con su hiper-erotismo, su relativismo moral, su cultura de muerte, aquellos que hablan de una libertad total para el hombre, sin dogmas sin Dios, sin amor?.

Luchemos queridos papás por vivir en el amor y demostrar el amor, enseñando amar a través de nuestro propio amor. Tuya entonces es la decisión para ser parte de esta ola de amor que vamos creando por el amor a nuestros hijos.

Madre Teresa de Calcula, aquella diminuta mujer, la gran santa del amor, nos regala este mensaje a las familias:

"La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro precisamos que toda familia viva feliz." -Madre Teresa, M.C.

De encuentra.com una de sus reflexiones al respecto, enviada por Luce Bustillo Schott, nos muestra cómo esa preciosa paz se termina en un instante y nace aquella guerra que crece en lo más hondo del corazón de la persona, que si no logra aceptar en su vida, le acompañará hasta su muerte.

El huracán del desamor.

Agosto de 1992. Miles de personas perdieron sus hogares con el paso del huracán Andrew. Muchos niños se sintieron desolados al ver cómo en pocos segundos lo que había sido su casa hasta ese momento quedaba devastado, se convertía en un montón de escombros.

A ti, padre de familia, quisiera preguntarte: ¿qué puede sentir tu hijo o tus hijos al oír de tus labios las siguientes expresiones dirigidas a tu esposa, a la madre de ellos? "Ya no te amo. Necesito mi espacio. ¡Tengo derecho a mi felicidad!"

divorcio Quizá no puedas contestar a esa pregunta al imaginar, si puedes, lo que el corazón de tus hijos sienten, lo devastador que es para ellos ver derrumbarse lo que hasta hace poco era su hogar.

Llegó un día ese momento trágico. Lo que amaba el hijo, lo que más quería, su familia, quedaba reducida a escombros. Ese templo sagrado de amor en el que había nacido y crecido, de repente se ha convertido en ruinas. Ruinas de tristeza, de dolor, de desconcierto, de angustia, de inseguridad.

El hijo no alcanza a descubrir el porqué de lo que está pasando. No sabe cómo explicar que algo haya destruido lo que más amaba, aquello que hasta hace poco veía, con orgullo, como "mi familia". Seguramente ese hijo se encerrará en una coraza, en su propio mundo interior. Adoptará una máscara para esconder todo el dolor que produce el ver que algo ha dividido a sus padres. Siente que ese algo les ha llevado a todos a la infelicidad. Ha destruido, como un huracán, el amor que sus padres se tenían. Un amor que permitió que un día naciese cada uno de los hijos...

No encuentra con quién compartir tanto dolor porque papá se ha ido y mamá sufre. No quiere ser él, el más inocente de toda la tragedia familiar, un motivo que aumente el dolor de la casa.

hijos y divorcio El hijo pierde confianza, seguridad, esperanza, porque ese huracán, que no se llama Andrew sino "Egoísmo", lo está dejando sin piso, sin paredes, sin techo, sin hogar. Todo pierde su sentido cuando ese egoísmo deja fuera de los corazones lo único que realmente puede unir una familia: el amor.

Hoy día muchas parejas se dejan arrastrar por el huracán del egoísmo. Se han olvidado del compromiso que juraron ante Dios el día de su matrimonio. Prometieron entonces vivir unidos por amor también entre las penas y las alegrías, las carencias o la abundancia, la enfermedad o la salud, hasta que la muerte los separase. Habían establecido un compromiso ante Nuestro Creador a través del cónyuge que Dios les había regalado.

Ahora rompen, por culpa del egoísmo de uno de ellos, o de los dos, ese vínculo sagrado del sacramento matrimonial. "Lo que Dios unió no lo separa el hombre".

Esto ocurre porque nos olvidamos que el vínculo matrimonial nos compromete a ser testigos del Amor de Dios y testimonios vivos de que Él permanece entre nosotros hasta el fin de los siglos. Un vínculo que les había comprometido a cultivar y acrecentar el amor.

¿Tenemos oportunidad para cobijarnos de este huracán del desamor'?. Podemos ir contra la corriente y hacer vida el amor, lo podemos, mira a tus hijos, no es por ellos, sólo por ellos, es por tí, por tu pareja, por la familia. Pídele al Señor que te la fuerza para continuar, el entendimiento para escuchar tu corazón. No abandones a tu familia…

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

domingo, 6 de septiembre de 2009

Dónde lograr la felicidad

Sabes, lograr esa felicidad se da en y para la familia. Los hermanos Galán del dúo Pimpinela nos regalan este hermoso mensaje sobre el amor y la felicidad que de la familia nace. Como esposos y padres debe ser nuestro compromiso crear en nuestro hijos esa seguridad y sobre todo esa forma de ver el mundo desde el amor.

La familia, tu familia, necesita de ti, pon de tu parte…

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

Papá, quiero ser como tú

Navegando por internet me topé con este video, de verdad que a uno lo puede poner triste al darse cuenta que por el afán de buscar la felicidad en otros caminos dejamos de lado lo más importante.

Reflexionemos acerca de nuestro tiempo… decisiones… compromisos…, pongámoslo en la balanza.

Cambiemos esta historia, nuestra historia. Tenemos que hacerlo, podemos hacerlo. Lo más importante son ellos, no el trabajo. No desperdiciemos esos momentos que no volverán… ellos no se lo merecen.

Quizá la respuesta la encontremos en esta canción, Danny Berrios, un cantautor cristianos nos da el mensaje justo y necesario…

Dios, quiero ser como Tu Señor, porque mi hijo quiere ser como yo… que tu imagen Señor es lo que vea en mi… ayúdame Señor… Enséñame Señor a ser un buen ejemplo que sus ojitos puedan ver…

Sabes, ni toda la riqueza del templo de Salomón vale tanto como un minuto a lado de tus hijos.

Actividad:

  1. Pasa todo el tiempo posible hoy a lado de tus hijos, juega con ellos, conversa, báñalos, cárgalos en tus brazos, llénale de besos las mejillas, diles que los quieres mucho, y si es necesario, pídeles perdón por todo ese tiempo que no estuviste con ellos.

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

sábado, 5 de septiembre de 2009

La casa de los mil espejos

Continuando con la idea que el hombre es la creatura e la creación que siempre va en busca de la felicidad, quiero compartir con todos ustedes, queridos esposos y padres, este relato para que entendamos que la felicidad es el reflejo de nuestro corazón, que a través de nuestro rostro se hace realidad.

Empecemos a leer:

Hace mucho tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, existía una casa abandonada.

Cierto día, un perro buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El animal subió lentamente las viejas escaleras de madera.
Al terminar de subir, se topó con una puerta semi-abierta;
lentamente entró en el cuarto.

Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto había
1000 perros más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perro comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los otros 1000 hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos.
El perrito se quedó sorprendido al ver que los otros 1000 también sonreían y ladraban alegremente con él.

Cuando el perro salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: - "Qué lugar tan agradable. ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!"

Tiempo después, otro perro callejero entró al mismo sitio,
por ende, al mismo cuarto; pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.
Éste empezó a gruñir y obviamente vio como los otros 1000 le gruñían.

Comenzó a ladrarles ferozmente y ellos también le ladraron.
Cuando salió del cuarto pensó: - "Que lugar tan horrible es este. ¡Nunca mas volveré a entrar aquí!

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: "La casa de los 1000 espejos".

Muchas veces he escuchado que "todos los rostros del mundo son espejos"... ¿Cómo te gustaría enfrentar al mundo?.
Decide que rostro mostrarás y decide llevarlo por dentro.
Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan;
sólo se sienten con el corazón. Antes de ver un arco iris, tienes que ver un poco de lluvia...

No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones.

Si quieres lograr esa felicidad no actúes como el segundo de los perritos. Sonríe a la vida, muéstrate tú tal como eres, a pesar de los problemas, a pesar de los malos ratos, se feliz y has feliz a los demás. Has que los otros sientan lo agradable que es estar a nuestro lado.

La felicidad es también proyectar esos valores de los que hemos hablado y visto en el video, pero con un rostro bello, sincero, sin temor, libre de todo… lo podemos hacer.

Actividad:

  1. Mírate al espejo cada mañana y decide cuál reflejo vas a utilizar ese día. Practica, pon todas las caras posibles, y la que mejor te haga sentir feliz “llévala” ese día.
  2. Para aquellos que deseen compartir el mensaje en video, este link te llevará al relato en video.

Que el Señor te bendiga y te guarde…

Luis Antonio