sábado, 15 de mayo de 2010

Todos somos líderes, especialmente los padres

Al nacer más del 80% de las personas podría ser líder; en función de la educación recibida el porcentaje queda en un 30%. Es un hecho comprobado que los primogénitos tienen más probabilidades de ser líderes: la mitad de los presidentes de EE. UU. han sido primogénitos y entre los líderes de empresas el porcentaje de primogénitos es alto.

ley-del-liderazgo Es normal que el hermano mayor haya tenido mayores responsabilidades dentro de la familia, más oportunidades de tomar decisiones, encargos, delegación de autoridad, oportunidad de prestar servicios.

“El liderazgo no es un evento, es un proceso reflexivo y practicado. Es un producto de una Pedagogía de Liderazgo” (Joan Ginebra).

Características

(Según Joan Ginebra)

  • Alaba en público y reprende en privado.
  • Sabe escuchar, confía en los demás y da confianza.
  • Arrastra, no empuja.
  • Presta atención a lo grande y a lo pequeño.
  • Sabe delegar, dejar hacer, convencer.
  • Sabe crear núcleos de compromiso, sabe escuchar a su gente.
  • Ninguna oportunidad es insignificante.
  • Es un repartidor de esperanza.
  • Sabe ganarse el respeto de los demás.
  • Un líder sabe motivar a las personas en positivo.

Consejos

  • Dale mucha importancia a todo lo relacionado con el control de los propios sentimientos y el conocimiento de los de los demás, a la capacidad de perdonar, de agradecer, de ser amable.
  • Estudia los puntos fuertes de cada uno de tus hijos y poténcialos.
  • Crea en casa la sensación de que toda persona tiene algo excepcional que puede enseñar a los demás.
  • Promueve los valores propios de los auténticos líderes, siendo consciente de que no todos responderán de la misma manera a los mismos estímulos (al final).

Esquema de actuación con ejemplos:

  • Entre 0 y 4 años: Promover un ambiente seguro, alegre y amable. Prestar especial atención al desarrollo correcto de la afectividad, pues tener empatía es una característica propia del líder. El niño de esta edad que no reciba suficiente cariño es fácil que no aprenda.
  • Entre 5 y 7 años: Cuidar los hábitos buenos (repetición de actos buenos, conscientes y libres que se convertirán en virtudes al llegar el uso de razón). Generosidad, hablar en público, responsabilidad, esfuerzo, lucha contra la timidez, control del temperamento.
  • De 7 a 12 años y en adelante: prácticas de liderazgo: ayudar a sus hermanos, cuidar a un pequeño, dirigir a un grupo de amigos para una actividad, llamarlos, teatro, planificar y dirigir una excursión, adquirir un compromiso y cumplirlo, tomar decisiones en temas familiares y personales, resistencia, sacrificio, solidaridad, laboriosidad y afán de superación.

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Artículo perteneciente a Maite Mijancos, Directora del Instituto Europeo de Estudios de la Educación

Un artículo que espero nos haga reflexionar acerca de nuestro liderazgo dentro del hogar

Que el Señor los bendiga y los guarde…

Luis Antonio

Día internacional de la familia

El 15 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Familia, según resolución de las Naciones Unidas del 20 de septiembre de 1993. Es una ocasión para reflexionar sobre la importancia de la institución familiar para la sociedad. De la unidad y armonía que reine en la familia depende, en gran medida, la estabilidad emocional de los niños. Los hijos necesitan ver que sus padres se aman, se comprenden, se apoyan. También verán que tienen sus desavenencias, pero que saben resolverlas, y que saben perdonarse.

Sobre la vida de Eliezer Ben-Yehuda, el fundador de la lengua hebrea moderna, se cuenta una anécdota muy ilustrativa sobre la importancia que los hijos conceden a la vida de su familia. Ben-Yehuda se había propuesto hablar únicamente en hebreo en su casa, a pesar de que esa lengua prácticamente no se utilizaba en la vida cotidiana. Para él y su esposa era bastante difícil; era como hablar habitualmente en una segunda lengua, y muchas veces tenían que recurrir a los gestos para hacerse entender. Cuando nació su primer hijo, Ittamar, Ben-Yehudda insistió en que solamente se le hablara en hebreo; el niño oía a su alrededor otras lenguas, y a consecuencia de este ambiente lingüísticamente confuso, no pudo hablar sino hasta los cuatro años. Se cuenta que la primera frase que pronunció, en hebreo, fue “no peleen”, dirigida a sus padres, cuando estos discutían frente a él.

En todos los ambientes y tiempos es y será así: los hijos crecen bien, espiritual y psíquicamente, cuando en su hogar reina el amor. El dinero y las comodidades son secundarios. Sin ellas se puede sobrevivir; pero sin amor, no. ¡Cuántos niños deambulan por ahí, sin saber encontrar un sentido a la vida, porque sus padres los aman por separado! Tienen que partir su corazón, para amar a su madre y a su padre… No comprenden por qué no pueden perdonarse, por qué tanto rencor… El daño que se hace a estas criaturas es inmenso, y sus consecuencias sociales son incalculables.

El mayor bien que podemos desear a nuestros lectores de Esposos y Padres es el de la unidad familiar.

Que el Señor los bendiga y los guarde…

alvaro

Mi familia: mi padre, mis hermanos, yo con mis hijos

Luis Antonio