Vivir, ¿para qué?

El secreto de la existencia humana no está solamente en vivir, sino en saber por qué vivimos. La preocupación por el sentido de la existencia es algo consubstancial al hombre.
Saber por qué existe y está en este mundo, saber para qué existe, cuál es su misión en esta vida, es lo fundamental de su existencia.
Dotado de libertad, inteligencia y voluntad, a diferencia del animal la vida del hombre no puede ser vivida repitiendo el patrón o modelo de su especie: tiene que vivirla cada hombre y sólo él. Por tanto, el hombre es el único animal para quien su `propia existencia constituye un problema que tiene que resolver y del cual no puede escapar. Al propio tiempo, es el único animal que puede volverse contra la creación, aburrise, revelarse, que puede sentirse expulsado del paraiso.
La preocupación por el sentido de su existencia es lo que caracteriza al hombre.

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